Este tipo de sesiones las realizamos como máximo con 15 días de vida. Muchos nos preguntáis el porqué de esto y si no podemos hacerlas con más días. Se hacen dentro de la primera quincena ya que aun están inmersos en ese sueño profundo y es más fácil que se nos duerma y que podamos hacer que adopte posturas más bonitas. Una vez pasados los primeros 15 días suelen estar más irritados, se estiran más y suelen aparecer los típicos granitos de la lactancia. Por ello es SUPERIMPORTANTE que nos llaméis el mismo día que nazca, para poder reservar hora durante esos primeros 15 días y que no os quedéis sin vuestro recuerdo.
Se trata de unas sesiones más largas que el resto, de entre 1 hora y media y 3 horas. ¿Por qué? Porque el bebé tiene que estar completamente dormido para poder moverlo y poder posicionarlo de la mejor manera posible y que favorezca la fotografía, Y aunque claro que hay veces que llega dormidito y se va dormidito, hay otras en las que quiere comer, se hace pipi, llora y únicamente podemos esperar, conseguir relajarlo y finalmente dormirlo. Es por eso que una de las cosas que mas os pedimos en estas sesiones es ¡¡¡paciencia!!! Porque con ella finalmente tendremos las fotos que tanto os gustan.